La presidenta argentina, Cristina Fernández, se calzó ayer unos guantes de boxeo y hasta ensayó algunos golpes, al recibir en la sede del Gobierno a ocho campeonas mundiales en esta disciplina.
Las boxeadoras, de nacionalidad argentina, le regalaron a la mandataria unos guantes de color rosa, que rápidamente Fernández se puso para probar "su gancho" en las manos de Marcela "Tigresa" Acuña, campeona mundial en la categoría supergallo.
"Son peligrosas las chicas. Me dieron unos guantes rosas para que boxee también, pero quédense tranquilos que no pienso boxear a nadie", aclaró la mandataria.