Los postes del tendido eléctrico han comenzado a alinearse a lo largo de los seis kilómetros de la accidentada carretera que comunica con el poblado de Chichivali, en el distrito de San Carlos, en donde los pobladores aseguran no poder seguir costeando por más tiempo el precio del querosín.
Chichivali está compuesto por 60 casas bastantes dispersas y 350 habitantes, los cuales se dedican al cultivo de hortalizas.
Por años, los residentes de Chichivali han tenido que viajar hasta el Valle de Antón, en donde la botella de querosín cuesta B/1.25, sumado a los dos balboas del costo del transporte o tomar un transporte hacia San Carlos cabecera.
Héctor Rodríguez poblador del área asegura que debido al precio, en ocasiones, hay que decidir entre la compra del combustible o la comida del día, la otra opción es adquirir velas, las cuales duran poco tiempo, especialmente durante los meses de escuela.
En más de una ocasión, indica Sara Gil, moradora de la comunidad han pasado la noche a oscuras o con solo una linterna de mano al no contar con el dinero suficiente para comprar velas.
Aun cuando muchos "estamos acostumbrados a la oscuridad", otros con el tiempo decidieron abandonar sus tierras para mudarse.
Según el director del Fondo de Inversión Social (FIS), Giácomo Tamburelli, el proyecto de electrificación rural para este poblado avanza a buen ritmo, aun cuando la empresa eléctrica comenzó los trabajos con el inicio del verano.
El proyecto se prevé esté terminado en dos meses, incluye la colocación en las casas de los medidores y cajillas, lo que alivia el costo de los materiales a las familias.
La empresa eléctrica ha tenido que recurrir a equipo y vehículos con especificaciones para instalar y transportar los postes, debido a lo quebrado del camino, dijo Bernardino Morán representante del lugar.