El reciente lanzamiento del primer cohete espacial iraní centró ayer la reunión de los altos funcionarios de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas como también a Alemania en la localidad alemana de Wiesbaden para tratar sobre el conflictivo programa nuclear de Teherán.
El éxito del lanzamiento de un satélite iraní con un cohete de fabricación propia preocupa a los Gobiernos de EE.UU., Rusia, China, Gran Bretaña, Francia y Alemania, representados en la reunión de Wiesbaden, ya que abre la posibilidad de que el régimen de Teherán fabrique misiles de largo alcance.
En una breve declaración conjunta al término del encuentro, los asistentes celebraron "la disposición de la administración estadounidense, declarada por el presidente Obama, de celebrar conversaciones con Irán".
Asimismo señalaron que el conflicto por la presunta intención de Irán de fabricar sus propias armas nucleares se debe resolver por vía pacífica, a la vez que exigieron de Teherán que respete sus compromisos con el organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Fuentes diplomáticas alemanas señalaron que el diplomático estadounidense William Burns informó a sus colegas sobre la nueva línea política de Washington, pero no quisieron dar detalles sobre la reunión de carácter reservado y consultivo celebrada a nivel de directores políticos ministeriales.
El director político en el ministerio alemán de Exteriores, Volker Stankel, había invitado a la cita en Wiesbaden, para poner de nuevo en marcha el proceso de consultas del grupo tras la llegada al poder del nuevo presidente estadounidense, Barak Obama.
Las ya periódicas reuniones de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania para tratar el programa nuclear iraní persiguen presionar a Teherán para que muestre mayor transparencia sobre esas actividades y evitar que desarrolle armas atómicas.
POSIBILIDADES
Irán podría conseguir la capacidad de construir un arma nuclear en un período de dos a cinco años, y hay tiempo más que suficiente para tratar esta cuestión, según declaró el director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Mohamed ElBaradei.
Mientras tanto, los iraníes insisten en que sus programas nucleares están limitados a conseguir electricidad