El secuestro de dos colombianos por las FARC el mismo día que se entregaba a un rehén hizo peligrar ayer el proceso de liberaciones puesto en marcha el miércoles y que está previsto concluya el domingo con la puesta en libertad de otros cuatro cautivos.
La captura de Freddy Cuenca y Orlando Valdez, ambos empleados de una filial de la multinacional irlandesa Smurfit Kappa, en el departamento del Cauca, fue calificada de "inaceptable" por el presidente Juan Manuel Santos, que acusó a esa guerrilla de "doble moral".
Cuenca y Valdez, que trabajan para la compañía Cartón de Colombia, fueron capturados en una carretera de la zona rural de El Tambo junto a otro compañero que fue dejado libre posteriormente.
Las autoridades militares en Popayán, la capital regional, atribuyeron a las FARC este doble secuestro, que coincidió el miércoles con la primera fase del operativo de liberaciones, cuando el concejal Marcos Baquero fue entregado por la guerrilla a una misión humanitaria conformada por la ex senadora Piedad Córdoba y varios miembros del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
"Yo estuve tentado a suspender las liberaciones de los secuestrados", confesó el presidente Santos, quien hizo público el doble secuestro durante un acto oficial en la Casa de Nariño (sede del Ejecutivo).
Sin embargo dijo, "No vamos a suspender las liberaciones porque no quiero frustrar esa ilusión y esa esperanza que tienen las familias de estos secuestrados", admitió el mandatario.