Las protestas por la escasez de alimentos y las subidas de precios frustraron ayer un acto del presidente de Bolivia, Evo Morales, en la ciudad andina de Oruro, y lo llevaron a volver a La Paz, mientras que en la oriental Santa Cruz, los manifestantes bloquearon el paso al mayor aeropuerto del país.
"El Gobierno ha tomado la decisión de no responder a este tipo de provocaciones tan vergonzosas, tan penosas", dijo Canelas.
Los manifestantes protestaban contra los aumentos de los precios del transporte y los alimentos y contra la escasez de algunos víveres, particularmente el azúcar, que el Gobierno ha comenzado a importar desde Colombia para tratar de frenar la crisis alimentaria y la oleada de protestas.
Las protestas en Oruro, capital de unos 200.000 habitantes del departamento natal de Morales, fueron alentadas, según Canelas, por dirigentes sindicales que causaron "temor, miedo, violencia" con explosiones de dinamita.