Los moradores de la barriada Juan Pablo II de La Chorrera, se sienten desesperados y estafados puesto que tienen varios meses de estar sin agua y la promotora que les vendió las casas dice que no puede hacer nada por ellos hasta que vendan la última vivienda.
Franklin Bonilla, uno de los quejosos, explicó que en un principio tenían agua de pozo que era bombeada por turbinas, pero que a medida que iban llegando más residentes, el vital líquido fue escaseando. Luego, los pozos se secaron y cuando fueron a verificarlos no tenían la profundidad legal de 90 pies, sino que tenían 40 pies.
Arit Sánchez y Aníbal Villamil, otros moradores, dicen que tienen una nota de la Autoridad de los Servicios Públicos (ASEP) con resultado de estudio de tres muestras que no cumplieron con el reglamento técnico ni con los requisitos mínimos para brindar el servicio de agua potable.
Explicaron que para el valor del hierro, máximo debe ser de 0.3mg por litro de agua y las muestran tienen recogidas 1.69 y cero cantidad de cloro.
De tal forma que los promotores de la barriada suministraban agua potable sin los permisos de la ASEP ni del Ministerio de Salud.
Para hoy viernes a las 2:00 p.m., estos moradores, que suman más de 30 familias, tienen una reunión con el director regional del IDAAN de Panamá Oeste, Maximino Quintero, que les prometió escucharlos y buscar una posible solución sin afectar a nadie.