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La Comisión de Libre Competencia y Asuntos del Consumidor (CLICAC), cursó orden de citación al legislador arnulfista, Sergio "Cheyo" Gálvez, para deslindar responsabilidades en el sonado caso de un supuesto contrabando de arroz.
César Constantino, comisionado presidente de la CLICAC, aseguró que en este caso existen dos expedientes levantados, que están sustentados en una labor de seguimiento efectuada a las ferias que realiza el legislador chorrillero.
El funcionario explicó que uno de los expedientes guarda relación con la repentina desaparición en el mercado del arroz marca Granada y el segundo está vinculado a la falta de información del país de procedencia de los productos que se venden en las ferias de Gálvez.
Por los efectos de la inmunidad, el legislador deberá enviar un representante que esclarezca la procedencia de los quintales de arroz.
Constantino expresó que mientras duren las investigaciones, las autoridades de CLICAC no pueden remover el producto del mercado.
"Necesitamos que el legislador Gálvez presente sus descargos para disponer de la citación de otras personas, que pudieran estar vinculadas en el caso", agregó.
Por su parte, la ministra de Desarrollo Agropecuario, Lineth Stanziola, aseguró que desde el pasado 6 de enero no se han girado licencias para importación de arroz a ninguna persona.
Explicó que los inventarios detallan una reserva en depósitos de 2.6 millones de quintales y una producción anual de 5.6 millones, ubicadas en 76 mil hectáreas de terreno.
La ministra Stanziola explicó que se le han dado instrucciones precisas a funcionarios del MIDA en aduanas para que estén alertas sobre cualquier posibilidad que se trate de introducir ilegalmente una cantidad importante de arroz al país.
En tanto, Jorge Altamirano Duque, representante de los molineros, manifestó que hay mucha gente que "se saca la mugre en el campo" para mantener una producción de arroz capaz de satisfacer las exigencias de consumo de los panameños.
Altamirano Duque señaló que no afirman de la existencia de un contrabando, sino que le llama la atención de que se esté vendiendo un arroz en ferias libres y en los supermercados, que no reúne los requisitos de empaque, registro sanitario, fecha de vencimiento o lugar de procedencia.
"Las muestras detallan que el arroz no fue pilado en molinos regulados por la ley y es imposible vender un arroz especial a los precios que vende el legislador Gálvez", dijo.
Los molineros recibieron el apoyo irrestricto del la Cámara de Comercio, en donde su presidente, José Javier Rivera, exigió a las autoridades de CLICAC y del gobierno nacional priorizar las investigaciones relacionadas a la importación dudosa de arroz de alta calidad.
Rivera aseguró que esta situación no se puede ver desde el punto de vista que en las ferias libres se vende a precios bajos, debido a que es un asunto de "pan para hoy y hambre para mañana".
"La producción nacional de arroz es el esfuerzo de miles de productores panameños que trabajan basándose en las exigencias de la ley para llevarle el producto a cada hogar panameño", señaló.
Sostuvo que es fundamental que la Dirección de Aduanas, el Ministerio de Desarrollo Agropecuario y las autoridades de la CLICAC efectúen las investigaciones pertinentes y se sancionen a los actores implicados en la comisión de un delito, sin importar cual sea su jerarquía.
Por su parte, Sergio Gálvez alegó que el único pecado que ha cometido, es darle comida barata a este pueblo, pero Lastimosamente, los molineros no han aprendido la lección de que aquí se está pasando hambre.
Ellos están pensando en cómo agrandar más esa caja que tienen en los bancos, cómo agrandar más su caudal de dinero, su bolsillo; pero no están pensando en este pueblo.
Denunció que el año pasado se introdujeron 57 mil quintales de arroz por debajo de los precios nacionales, pero no se le rebajó a los consumidores, lo que representó una millonada que fue a los bolsillos de los molineros.
Gálvez dijo que como nada debe, nada teme por lo que saldrá ileso.
Según el legislador "dos maleantes" a los que identificó como el hombre del tabacón y otro de pelo blanco, como los cabecillas de la campaña en su contra. |