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Un fiscal colombiano ordenó detener sin beneficios de excarcelación a los máximos jefes de las FARC como autores intelectuales de la masacre de 119 civiles el 2 de mayo de 2002 en Bojayá, según informaron fuentes judiciales en Medellín.
El fiscal, de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de Medellín (Antioquia), considera a los cabecillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), "presuntos coautores intelectuales de la masacre".
La matanza se produjo en medio de los combates entre las izquierdistas FARC y los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, ultraderecha), cerca a Bojayá (Chocó, noroeste).
En esa región selvática las FARC y las AUC luchan por el control de un territorio considerado estratégico por su salida hacia Panamá y hacia los océanos Atlántico y Pacífico.
Los indefensos y atemorizados pobladores de Bojayá se refugiaron en la iglesia cuando un tanque de gas doméstico cargado con metralla fue lanzado por las FARC y cayó en el interior del templo, matando a 119 personas.
La medida afecta, entre otros, a Pedro Antonio Marín, alias "Manuel Marulanda Vélez" o "Tirofijo", y a Guillermo León Sáenz, alias "Alfonso Cano".
También a Rodrigo Londoño, "Timochenko"; Luciano Marín Arango, "Iván Márquez"; Noel Matta, "Efraín Guzmán", y Jorge Briceño Suárez, "Mono Jojoy".
Igualmente a Luis Edgar Devia, "Raúl Reyes", y a Juvenal Ovidio Ricardo Palmera, "Simón Trinidad".
Se les acusa de "homicidio en persona protegida, tentativa de homicidio en persona protegida, rebelión, actos de terrorismo, utilización de medios y métodos de guerra ilícita, destrucción de bienes e instalaciones de carácter sanitario, y destrucción y utilización ilícita de bienes culturales y de lugares de culto". |
