Cuando un deseo se transforma en una obsesión, hasta a la mente más ingenua se le nubla la conciencia, como le sucede a Nina Sayers, la delicada y etérea bailarina que encarna Natalie Portman en "El cisne negro".
"No hay maldad en Nina, no hay pureza, solo un deseo mal encaminado que termina de una forma erráticamente sublime", afirma Natalie en entrevista sobre este papel, por el que se perfila como firme candidata al �scar a Mejor Actriz el próximo 27 de febrero.
La actriz de 29 años encabeza el reparto del nuevo largometraje de Darren Aronofsky, que tiene cinco postulaciones a la estatuilla y está enfocado en la vida de una bailarina que ansía interpretar al cisne blanco y al negro en "El Lago de los Cisnes".
El rodaje de esta película se suspendió en cuatro ocasiones porque los inversionistas no confiaban en su futuro, significó para todo el equipo un desgaste físico y emocional que nunca se imaginaron, comenta el creador de "El Luchador" y "Réquiem por un sueño".
"No hay peor desgaste que el emocional, y extendido, ese que crees que termina un día y no. También hubo desgaste financiero, porque no siempre contamos con la solvencia económica para arrancar el proyecto. Emocionalmente, todos enloquecíamos con lo que sucedía en el estudio.. esta película nos robó el alma, nos llevó al límite", cuenta Aronofsky, quien acaba de obtener su primera postulación como director al Premio de la Academia por este filme.
Mila Kunis, Vincent Cassel, Barbara Hershey y Winona Ryder completan el elenco del filme, que ha sido aclamado por críticos de Estados Unidos y varias partes de Europa.
Natalie se dislocó un brazo y se fracturó una costilla durante la realización de "El cisne negro" y por eso pospusieron sus escenas tres semanas. Mila se lesionó la rodilla y se fracturó un tobillo, lo cual significó dos semanas de atraso. Vincent se desgarró un músculo y lo mandaron a descansar dos semanas.
"A todos nos tocó padecer un poco la vida de los personajes", cuenta Cassel.
