Alrededor de seis árboles de guayacán, uno de mango y otro de teca fueron talados desde su base en la escuela de El Coco en La Chorrera, supuestamente porque las raíces estaban rajando todo a su paso.
Esta acción despertó la molestia de los moradores, que dicen que la situación se pudo resolver de otra manera.
El profesor Danilo López, director encargado del plantel, indicó que con la aprobación de la Dirección Regional de Educación y con el consentimiento de la Autoridad Nacional del Ambiente, desde hace más de un año, comenzaron las gestiones para poder tumbar los árboles, antes de que estos tumbaran la escuela.