Tim Smith, profesor de la Universidad de Utah, tardó tres años en hallar consecuencias psicosomáticas en las rencillas matrimoniales. Desde 2002 a 2005 estudió a 150 parejas de entre 60 y 70 años en las que uno de los cónyuges era cinco años mayor o menor que el otro. Una vez finalizada la investigación, cada persona recibió una tomografía por computadora que determina el nivel de calcificación arterial, anomalía que puede causar un ataque cardíaco.
Frente a frente y en una sesión grabada se pidió que la pareja discutiera el tema más controvertido de su relación, como las finanzas matrimoniales, el cuidado de los niños, las vacaciones o los quehaceres hogareños, entre otros. En ese enfrentamiento de unos seis minutos se escucharon comentarios hostiles como: "a veces eres muy estúpido" o "eres negativa todo el tiempo".
Según Smith, los comentarios pasivos fueron: "esa es una buena idea, hagámoslo". Otro no tan amistoso fue: "si para ti es importante, haré lo que digas".
En suma, el científico determinó que la hostilidad en las peleas matrimoniales es mala para el corazón de las mujeres, en tanto que el comportamiento de control durante esos conflictos es muy malo para el músculo cardíaco masculino. "El nivel de dominio tanto del marido o de su cónyuge no está vinculado a la salud cardíaca de la mujer", aportó el investigador.
Por ello, el científico receta que si se busca cuidar la salud cardíaca de los hombres, hay que pedir a la pareja que resuelva sus conflictos sin tratar de ejercer control.