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Los 23 ocupantes de un helicóptero militar de fabricación estadounidense murieron el miércoles cuando la aeronave se estrelló, por malas condiciones meteorológicas, en una zona montañosa del noreste de Colombia durante una operación contra guerrilleros izquierdistas.
El aparato, del tipo "Black Hawk", se estrelló, entre los municipios de Curumaní y La Loma, en el departamento del Cesar, unos 500 kilómetros al noreste de Bogotá, donde el ejército mantiene una ofensiva contra grupos de rebeldes, precisó un informe militar.
Se trata del peor accidente que sufre la aviación militar de Colombia desde octubre del 2000 cuando la guerrilla derribó un helicóptero del mismo tipo en el noroccidental departamento de Antioquia y perecieron más de 20 ocupantes.
"El helicóptero se desintegró, tuvo un impacto muy fuerte, hubo un incendio. Lamentablemente todos los ocupantes perecieron", dijo en una conferencia de prensa el comandante del ejército, general Carlos Alberto Ospina.
"No se han podido rescatar los cadáveres (por las condiciones meteorológicas adversas), esperamos hacerlo mañana", agregó el oficial visiblemente consternado por el accidente.
La aeronave accidentada hacia parte de una flotilla de tres helicópteros que transportaba tropas de élite del ejército colombiano que mantiene una ofensiva contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el principal grupo rebelde del país, en una zona montañosa y selvática.
Ospina descartó la posibilidad de que la aeronave hubiera sido derribada por fuego de los rebeldes. Entre las víctimas figuran cinco oficiales, tres suboficiales y 15 soldados expertos en la lucha contra la guerrilla.
HELIC�PTEROS ESTRAT�GICOS EN COLOMBIA
El ejército, la Fuerza Aérea y la policía de este país de más de 40 millones de habitantes cuentan con casi 50 helicópteros tipo Black Hawk, que por sus características son usados para atacar a la guerrilla y para el transporte de tropas.
El accidente se produjo dos semanas después de que rebeldes de las FARC derribaron un avión al servicio del gobierno de Estados Unidos en una zona selvática del departamento del Caquetá, al sur del país, y que asesinaron a un estadounidenses y un colombiano y secuestraron a otros tres americanos.
Estados Unidos ha donado a Colombia varias de esas aeronaves dentro del programa de ayuda para combatir el narcotráfico, del que obtienen millonarios recursos para su financiación guerrilleros y paramilitares.
Washington entregó a Bogotá en los últimos dos años unos 2.000 millones de dólares en entrenamiento y equipo militar, que también puede ser usado para combatir a los ilegales grupos armados después de una autorización del Congreso de Estados Unidos en el 2002. . |