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Ramona fue condenada a tres años de prisión, pero por ser menor de edad, se le redujo la pena a 2 años 6 meses y a pagar los gastos del proceso. |
Acababa de ponerse el sol dando paso a una nueva faena. Eran las 7:00 de la mañana en Chitré cuando Ramona, una sirvienta de 19 años, acudió al excusado por aparentes dolores de estómago, pero su enfermedad tenía nueve meses de gestación. Era un varón blanco de cabellos castaños lisos y ojos del mismo color, al que parió para luego sacrificar. La noticia debió haberse dispersado como pólvora, pues Ramona trabajaba en la casa del Gobernador de la provincia, allá por los albores de 1924.
Su patrona, Zoraida, acudió a ayudarla al saber por una niña, que Ramona se había caído. Al llegar al servicio, la encontró sentada en el suelo con mal semblante y manchas de sangre en las piernas, por lo que le ofreció una taza de café.
De inmediato mandó a llamar a la partera del pueblo, quien la examinó y declaró que había dado a luz, pero ésta negaba haber estado embarazada, según consta en la Sección Judicial de los Archivos Nacionales.
EL HALLAZGO
Al llegar el Gobernador, le vio el semblante y manchas de sangre en las piernas. Enseguida surgió la malicia. Ordenó a su hijo Benito romper la letrina. Con un gancho lograron sacar a la criatura que estaba embarrada de excremento putrefacto y envuelta en un trapo, según datos obtenidos del expediente judicial del caso.
El cadáver lo sepultó Benito Solís en el patio de la casa, y posterior a ello, su padre le informó al Alcalde, quien acudió con un policía y dos reos en la tarde a desenterrar el cuerpo. Nada se señala en el expediente contra el Gobernador o su hijo por tal medida.
CON SUS MANOS LO MAT�
Un informe del director médico del Hospital de Chitré de ese entonces, señaló que el pequeño había nacido vivo y fue asfixiado, pues presentaba presión en la garganta y una contusión en la cara inflamada. La placenta estaba desgarrada, el cuerpo pesaba seis libras y medía 52 cms.
Se le practicaron exámenes a la madre del niño, quien tenía los labios de la vulva hipertrofiados y la vagina estaba dilatada con flujos sanguíneos y mucosidades. Sus pechos estaban abultados y endurecidos, que al presionarlos el médico, emanaron leche, describió el galeno en la sumaria.
EL M�VIL DEL CRIMEN
Ramona era menor de edad, (en aquellos tiempos se tenía la mayoría de edad al cumplir los 21) y desde junio del año anterior mantenía relaciones con un sobrino del Gobernador, a quien por pena Ramona no le comentó su embarazo, pues trabajaba en la casa de sus parientes. Lo negó en diversas ocasiones. La chica argumentó haberse desmayado y posteriormente cambió su versión por una caída.
Reveló que el sobrino del Gobernador era el único hombre con el que había tenido relaciones sexuales. No hubo otro antes ni después, declaró la acusada ante las autoridades.
Fue detenida y llevada a la cárcel de Chitré, pero por falta de una sección para mujeres fue trasladada al Hogar Bolívar el 25 de marzo de 1924, semanas después de haber sido detenida.
Ramona fue condenada a tres años de prisión, pero por ser menor de edad, se le redujo la pena a 2 años 6 meses y a pagar los gastos del proceso. La rebaja se sustentó- conforme el expediente-basado en el artículo 57, que explica que si la persona es menor de edad y mejora su conducta notoriamente, se le reducirán las penas en una sexta parte.
La sindicada fue detenida el 7 de marzo de 1924, (a casi un mes del hallazgo) tiempo en que empezó a regir la condena, la cual cumplió en el asilo Bolívar al cuidado de las Hermanas de la Caridad y bajo la vigilancia de la Policía Nacional.
Sobre el enamorado de Ramona no aparece indagación que corrobore la versión de la sindicada en el expediente judicial que reposa en los Archivos Nacionales. |