El domingo se inicia el último período de sesiones de la actual Asamblea Nacional de Diputados. La población estará pendiente para que los integrantes de ese Organo del Estado cumplan con su labor y no dediquen su horario de trabajo para hacer campaña para su reelección.
Los diputados tienen una serie de tareas pendientes como la aprobación o rechazo de los llamados decretos leyes de seguridad. Han pasado meses y una tarea que debió ser abordada, ha sido postergada, constituyendo una burla para las organizaciones que se movilizaron exigiendo una discusión de las nuevas legislaciones de la Policía Nacional, el Servicio Aeronaval y el relativo al Consejo de Seguridad y sus labores de espionaje.
También está latente la posibilidad de una reforma a la Carta Magna, que debería ser aprobada por ésta y la próxima Asamblea que resulte de los comicios de mayo próximo.
Frente a la actual crisis mundial, con economías que cada día se descalabran, le compete a los legisladores ejercer con mayor celo su labor de fiscalización y proponer legislaciones que contribuyan a un manejo más eficiente de los fondos públicos y a asegurar que los dineros de los depositantes tengan la mejor garantía de seguridad, para la salud del centro financiero que opera en nuestro país.
A los integrantes de la actual Asamblea les queda un cuatrimestre de labor. La población debe estar alerta, porque la tradición revela que en los últimos meses de labor, algunos diputados aprovechan la situación para colar toda clase de camarones legislativos.
Los electores también estar atentos para analizar la trayectoria de los actuales diputados y los que aspiren a integrar ese Organo, para así definir su voto cuando acudan a las urnas el 3 de mayo próximo.