A los niños le pasan diferentes cosas, mismas que pueden causar la pérdida del sueño, sobre todo a partir de los dos años.
La responsabilidad casi siempre recae en los padres, quienes deben estar pendientes de las cosas buenas y malas que suceden en su vida.
Pesadillas y terrores nocturnos afectan la tranquilidad de un sueño placentero. Es un problema que puede afectar a los niños en sus diferentes etapas, desde recién nacido hasta la adolescencia.
Los especialistas mencionan que muchas de las dificultades para conciliar el sueño, están relacionadas con los malos hábitos que, en la mayoría de los casos, aprenden los niños de los padres.
Ahora, para saber que un niño tiene trastornos durante el sueño, es indispensable revisar los hábitos que practican durante el día, pero también estar pendiente de los factores médicos, que influyen en una óptima calidad de sueño.
DIAGNOSTICO
Según los especialistas, para determinar la causa de este problema, hay que verificar desde cuándo viene el problema.
Y es que en ciertos casos, el ronquido puede ser el principal causante del desvelo, principalmente de los padres que estarán pendientes del ahogo.
PROBLEMA DE HABITOS
Volviendo al problema, los hábitos de los infantes suelen tener una larga historia de dificultades con el sueño, incluso desde la etapa de recién nacido o lactante.
Existen niños a quienes les resulta más difícil el adquirir hábitos saludables de sueño que a otros y, por otro lado, familias que logran con mayor facilidad enseñar buenos hábitos a sus hijos.
Hay que considerar los problemas del sueño de los niños como un problema que involucra a toda la familia.
RECOMENDACIONES
Si los padres inculcan a sus hijos un buen estilo de vida y hábitos alimenticios, estarán promoviendo el sueño reparador que tanto necesita el organismo.
Estos hábitos y conductas se conocen como "higiene del sueño" y ejercen positivos efectos sobre la etapa del sueño.
Aquí lo indispensable es la constancia, para conseguir buenos resultados.
Los tratamientos existentes para este tipo de problema dependen de cada caso. En primer lugar se debe educar al pequeño a través de hábitos saludables, y si aún así, sigue con trastornos del sueño, se debe recurrir a un médico para identificar una posible patología que estuviera interfiriendo en el buen dormir.
Los padres deben tomar conciencia de que, al igual que una buena nutrición, crecimiento y desarrollo, debe ser considerado al sueño como un elemento de primer orden. Por lo que la primera recomendación es informarse, conversar del tema con sus pediatras, al igual que hablan de las futuras vacunas en los controles de rutina.
EN SU HABITACION
En general ha de considerarse que a partir del cuarto mes de vida, los niños debieran salir de la habitación de sus padres, promoviendo que el lactante duerma en penumbras y sin la cercanía de un adulto para ello.
Otras de las cosas que hay que tener presente es descartar la televisión en el dormitorio, ya que pierden mucho tiempo con los programas que son de su agrado, y eso conlleva a que tengan pocas horas de sueño.
Recuerden, lo recomendable es dormir ocho horas, porque de lo contrario, se puede perder ciertas horas del diario, es decir dormirse en en la escuela, una fiesta o en el transporte colegial.
No olviden, hay que estar atentos de los niños.