Martes 2 de marzo de 1999

 








 

 


EDITORIAL
Amarga Despedida

Ayer, en cumplimiento del mandato constitucional el Presidente Pérez Balladares concurrió a la inauguración de la quinta legislatura de la Asamblea Nacional y presentó su mensaje anual sobre el estado de la Nación, en el cual relievó los aspectos sensitivos de su gestión de mando, haciendo hincapié en los esfuerzos reformadores del Estado panameño en el derrotero de modernización y acomodo a las exigencias del siglo veintiuno.

El testimonio presidencial reconoce que quedaron múltiples aspectos del pálpito contidiano sin atender ni resolver, por lo cual solicita de los legisladores concluir los trámites de formación de la ley a proyectos de trascendencia nacional, como la organicidad del Transporte y la ley de la Corte Suprema de Justicia que la ampliará en dos nuevas Salas: de Garantías Constitucionales y Casación Laboral; de igual manera señala la Comisión de Valores, la Autoridad de Aviación Civil y la asignación de la Gaceta Oficial y los Archivos Nacionales al Registro Público.

El regimen que se encamina a su finalización el último día de agosto próximo debe entregar el mando presidencial a los triunfadores de los comicios de mayo; evento de innegable trascendencia que reclama la promesa y práctica de respetar el sufragio y reconocer sin disimulo, retardo o trastorno, la voluntad popular; tarea que oferta el mandatario Pérez Balladares cumplir en su plenitud.

El discurso obvió enunerar los logros puntuales y específicos de la gestión que deja el blandón maculador de no haber disminuído el desempleo laboral, y sí encarecido el cotidiano "pan llevar" de los panameños con medidas económicas de contrapunto, que destruyeron actividades productivas del sector primario y redujeron drásticamente las labores industriales, bonificando los quehaceres de servicios mercantiles, comerciales y de turismo.

La deuda externa panameña en el periódo perredista que concluye se incrementó en mil novecientos noventa y seis millones, ocasionado que el pago de su cumplimiento reclame un tercio de los ingresos directos del Estado; perspectiva censurable que castigará el juicio histórico del mandato 94-99, que descuidó duramente los servicios públicos de salud y educación, desprogiendo al humilde carente de recursos y fortuna.

El Presidente Balladares manifiesta tranquilidad al juicio de la posteridad, olvidando que desmanteló derechos obreros; acabó reconocimientos magisteriales; desconoció la autonomía universitaria; encarceló protestatarios trabajadores; explulsó estudiantes; privatizó entidades básicas del vivir panameño encareciendo tarifas y prestaciones; y, en síntesis, gobernó con criterios y estilos elitescos, rodeado de un estrecho y reducido círculo de favoritos y protegidos, que impulsaron su ego a pretender la reelección inmediata; aspectos que el pueblo panameño no olvida... y sí castiga.

 

 

 



 

AYER GRAFICO
Finaliza "La Guerra del Banano" con un acuerdo entre ambas partes


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Creo ser ciudadano, dialogo con agresividad


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