Por internet ha viajado una cadena muy chistosa, pero a la vez muy seria. En la misma se relata que unos militares irrumpieron en una iglesia de una comunidad armados con ametralladoras, granadas y fusiles de guerra.
Según describió la persona que narró lo acontecido, el templo estaba repleto, pero aún no había comenzado la prédica. Los niños jugaban. El pastor oraba antes de iniciar, algunos conversaban y leían sus Biblias hasta que se escucharon gritos. Eran cuatro guerrilleros que gritaban: "Al suelo todo el mundo". Hubo una gran confusión en ese momento. Nadie se esperada ese asalto. Lo peor pasaba por la mente de los creyentes.
Quince minutos después, uno de los guerrilleros le quitó el micrófono al pastor y dijo: "El que quiera dar su vida por Cristo que venga acá adelante". Al escuchar esta exigencia, se sintió una gran muchedumbre salir por las ventanas y las puertas del templo para salvar sus vidas.
Poco después, hubo un gran silencio. En el templo sólo quedaba el pastor y cuatro personas más, además de los guerrilleros que después dijeron: Pastor, ahora puede comenzar con la prédica. Los hipócritas ya se han ido. |