El Presidente colombiano, Alvaro Uribe, dio ayer por zanjadas sus diferencias con Ecuador, Venezuela y Nicaragua con apretones de mano y abrazos en un gesto de compromiso por trabajar en favor de la paz.
Uribe se comprometió a respetar el territorio de los vecinos y retiró la denuncia por patrocinar a las FARC que había interpuesto contra Hugo Chávez en el Tribunal Penal Internacional.
El otro personaje central fue Hugo Chávez, quien sorprendió a propios y extraños con un discurso conciliador en el que hizo referencias constantes a su "excelente relación" con Uribe y pidió "buscar una salida entre gente racional".
Chávez se soltó cantando "a capela" una canción tradicional dominicana e incluso bromeó con el presidente Fernández, a quien le pidió que no le fuera a quitar la palabra "como aquella tarde que el rey (Juan Carlos de España) me pidió callar".
El emotivo momento sirvió de colofón a una agitada sesión del Grupo de Río, que se celebra en Santo Domingo, en la que los cuatro mandatarios se hicieron fuertes cuestionamientos.
"Con el compromiso de no agredir nunca más a un país hermano y el pedido de perdón, podemos dar por superado este gravísimo incidente", dijo Correa dirigiéndose a Uribe, quien se acercó a saludarlo durante el plenario de la Cumbre del Grupo de Río celebrada en la capital dominicana.
Uribe dijo que aceptaba, porque es un hombre sin egos y que asume sus responsabilidades.
El gobernante ecuatoriano destacó que aceptaba dar por terminado el conflicto con las excusas explícitas de Uribe y el compromiso de que no se volverán a repetirse acciones como esa.
Uribe aceptó de inmediato y con los aplausos de todos los asistentes a la XX cumbre se dirigió a Correa para darle la mano y reiterarle sus disculpas.
A continuación, el jefe de Estado colombiano se abrazó con Chávez y dio la mano a su homólogo nicarag�ense, Daniel Ortega, después de acordar que sus diferencias marítimas se resolverán también con la mediación del Grupo de Río si fuera preciso.