MENSAJE
Sepa elegir: all� est� el secreto de la felicidad
Mons. R�mulo Emialini
Elija ser prudente
Es esta una de las grandes virtudes recomendadas por los sabios del antiguo testamento. Ellos dec�an que ser prudente es el camino m�s f�cil para obtener la felicidad. - El prudente manifiesta moderaci�n en todo lo que dice, hace y piensa. Tambi�n en el comer y en el beber.
- El imprudente habla m�s de lo debido, obra sin pedir consejo y deja anidar en su mente muchos pensamientos da�osos. Come y bebe en exceso, y roba al sue�o muchas horas lo cual debilita su salud f�sica y mental.
- El prudente procura permanecer estable en lo que se ha propuesto hacer. Sabe que s�lo lograr� triunfar cuando haya recorrido muchas veces el mismo camino y que ning�n triunfo se improvisa sino que es fruto de un largo ejercitarse y trabajar.
- El imprudente es inestable, suele creer que los �xitos vendr�n por golpes de suerte o cambios instant�neos.
- El prudente piensa muy bien las decisiones que va a tomar y persevera.
- El imprudente no pide consejo ni medita acerca de sus decisiones. Cambia r�pidamente de parecer dejando sin terminar muchas obras.
- El prudente ve venir el peligro y trata de evitarlo.
- El imprudente se expone al peligro y en �l perece.
PREFIERA VIVIR ALEGRE QUE VIVIR TRISTE La vida es demasiado corta para vivirla recordando desgracias del pasado y temiendo el futuro. Estimule sanamente la alegr�a: la m�sica, el arte, las lecturas entusiasmantes, la religi�n, las amistades, los grandes ideales, los paseos, los recuerdos gratos. Todo esto nos produce alegr�a y gozo interior y nos mantiene cerca de Dios. Jes�s hace promesas maravillosas para todos los que le aman. Pensemos en la maravillosa noticia que trae la Biblia para los amigos del Se�or: "Ni el ojo vio, ni el o�do oy� algo semejante a lo que Dios tiene preparado para los que le aman" dice la palabra del Se�or. Otra promesa maravillosa que hace Jes�s: "Me voy a preparar un sitio a ustedes mis amigos, y cuando les haya preparado un lugar vendr� y los llevar� conmigo, para que donde yo est�, tambi�n est�n ustedes mis amigos". La alegr�a tiene sus enemigos como por ejemplo: tenerse l�stima, vivir d�ndose p�same a uno mismo, pensar que siempre suceder� lo peor, sentir tristeza por el bien ajeno. Contrario a todo esto encontramos los grandes aliados de la alegr�a como: consagrarse al trabajo con dedicaci�n y entusiasmo, el descubrir y apreciar los propios valores y cualidades, el convencerse que la vida est� todav�a esperando algo importante de nosotros.
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