Vallas de ciclón protegerán
a cientos de espectadores en carrera automovilística
Mariano Torrero V.
Coclé - EPASA
Las improvisaciones en la
construcción de las pistas para carreras automovilísticas
han traído consecuencias trágicas para los espectadores, como
sucedió hace varios años en esta misma pista (Río Hato)
y en Albrook.
Las instalaciones para la celebración de los 500 kilómetros
de Río Hato fueron confeccionadas con todas las medidas de seguridad
para los cientos de fanáticos de este deporte que llegarán
al aeropuerto de Río Hato, hoy domingo, cuando se realice este gran
evento automovilístico, donde estará en disputa la copa "Jimmy
Boyd".
René Gajardo, panameño y gerente de Panamotor Club, dijo
que todos los derechos de este evento fueron pagados en la Tesorería
de Antón, argumentando además que lamentablemente los materiales
para estas instalaciones llegaron con retraso, pero van a trabajar en un
100% para que todo quede en las mejores condiciones.
Instalamos una valla de zinc frente a la Carretera Interamericana con
el fin de impedir la visión de los pasajeros y no causar un tranque
en esa vía, mientras que para el público se pondrán
vallas de ciclón, recalcó.
Todo el material debió estar aquí el pasado miércoles,
pero tenemos un buen equipo y no habrá problema para tener las líneas
de seguridad para los visitantes, dijo Gajardo.
Manifestó que las instalaciones serán supervisadas por
el Sistema Nacional de Protección Civil y el Cuerpo de Bomberos.
Se van a colocar galerías, toldas, palco especial para la prensa
y para los patrocinadores, subrayó.
Manifestó además Gajardo que participarán carros
modificados, otros eventos para super-turismo, de novatos, las motos Grand
Prix y la modalidad prototipos que usarán fibra de vidrio. El evento
central de los 500 kilómetros deberá terminar a las tres de
la tarde, dijo René Gajardo, organizador de esta gran competencia
automovilística que tendrá como sede el aeropuerto de Río
Hato.
Para el ciudadano común de Río Hato, este evento de carreras
de autos no les llama mucho la atención, debido al alto costo y porque
no representa para el vendedor de raspados y de otros productos ninguna
entrada para sus bolsillos.
Un vendedor de raspado nos dijo: "Pienso llevar mi carretilla y
vender mis raspados si me lo permiten fuera de las instalaciones, si me
dicen que tengo que pagar me regreso a Río Hato".
Un dueño de un jardín manifestó que no tiene tiempo
para ir a esa carrera porque no es fanático de las mismas, no ha
ido a estos eventos desde que se iniciaron aquí en Río Hato.
Una señora que labora en el comercio manifestó que no le
interesaba esta carrera debido a que su precio es muy alto para su bolsillo.
En tanto, una educadora dijo que "quiera Dios que no ocurra una
desgracia", porque la última carrera de autos dejó dos
víctimas en la curva de Río Hato cuando un doctor y su hijo
murieron por emular la velocidad de los autos que participaban en la carrera
de Río Hato.
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