Una israelí murió y al menos otras treinta personas resultaron heridas en un atentado en Jerusalén, el primero con bomba desde 2004 y que coincide con una escalada de violencia en los últimos días en la Franja de Gaza.
La explosión se produjo en una de las entradas de Jerusalén, entre la estación central de autobuses de la ciudad y el principal centro de congresos, a unos doscientos metros del famoso puente colgante de Santiago Calatrava y zona de tránsito masivo a cualquier hora del día.
La explosión liberó una gran cantidad de bolas de acero que habían sido adosadas al material explosivo de uno o dos kilos, que fue abandonado en un bolso junto a una parada de autobús y una cabina telefónica, informó el ministro israelí de Seguridad Interior, Itzhak Aharonovich.
Una mujer que estaba en estado crítico llegó muerta a uno de los hospitales de la ciudad, y otros dos heridos siguen en estado grave. El resto tienen heridas leves.