Aunque suene muy fácil mezclar la responsabilidad que implican las palabras madre y trabajo, no lo es. Ambas conllevan una labor ardua, que muchas veces es muy difícil de realizar, ya que algunos trabajos requieren más tiempo de lo normal.
Lo más duro es que la mujeres de ahora no se pueden dar el lujo de renunciar a un trabajo y dedicarse por completo a su rol de madre, ya que el costo de la vida está muy caro.
En este caso se debe buscar el balance ideal, primero una persona que te ayude a criarlo, debe ser alguien en el que se confíe plenamente; otra sugerencia que debe tener muy presente es llamarlo constantemente, para que entienda que, aunque está lejos, usted lo ama. Debe explicarle que el gran esfuerzo es para que todos tengan un mejor futuro.
Organice cuidados básicos para cuando regrese del trabajo. A pesar de que el niño va creciendo y de que se va habituando a su vida diaria, siempre necesitará de su atención. No deje de lado su labor de madre ni un día, por muy cansada que esté dedíquele aunque sean 10 minutos. No olvide que ellos están deseando que usted llegue para hablar y jugar.
También la motivamos a que involucre al padre en los cuidados del niño. Sobre todo, si él tiene facilidad en el horario de trabajo, será un lujo que habrá que aprovechar. Si el padre aprende desde el principio, podrá hacer las tareas igual que la madre y para el niño será el mejor cuidador y educador. Muchos niños establecen un apego especial con su padre debido a estos periodos de estar solos.
