El Fenerbahe, que dirige el brasileño Zico, demostró ayer en Estambul, que la inexperiencia y la inferioridad técnica pueden a veces superarse, gracias a la garra y la voluntad de ganar y, con eso, le bastó para imponerse al Chelsea por 2-1, en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones.