El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick hizo un llamado de alerta e instó a una acción global coordinada para enfrentar los altos precios de los alimentos que con el encarecimiento del combustible, amenazan con desestabilizar a 33 países en el mundo, entre ellos Panamá.
Los precios de los alimentos básicos han aumentado 80% desde el 2005, destacó Zoellick. En Panamá se registra una inflación récord de hasta el 8 por ciento.
Cada quincena cuando los panameños acuden a las tiendas y supermercados, observan como todos los productos de la canasta básica familiar registran incrementos en sus precios y los sueldos son los mismos.
Y no sólo se trata de los alimentos. Hay una enorme especulación en la venta de residencias y apartamentos, donde hasta se han triplicado los costos, lo que impide que los más humildes y hasta la clase media pueda adquirir una solución habitacional en áreas cercanas, por lo que deben optar por hogares en los extremos de la provincia de Panamá.
Igual sucede con el costo de la tarifa eléctrica y con el precio del galón de gasolina, que se llevan gran parte del presupuesto de los hogares panameños.
Los políticos y empresarios deben tomar nota de este asunto, porque el país como una olla de presión, que en cualquier momento puede estallar. Claro está que el principal propósito de un negocios, es la ganancia, pero no se puede abusar de los consumidores con incrementos excesivos en los precios.
Panamá goza hoy día de una tranquilidad, pero el abuso constante puede ser peligroso, por lo que se hace urgente adoptar medidas que alivien los bolsillos de los hogares panameños.