Esa cruz, de madera y de cuatro metros de alto, será el estandarte de este encuentro mundial de los jóvenes católicos previsto en Madrid en 2011, unas jornadas creadas por Juan Pablo II en 1984 y que ya se han celebrado en numerosos países.
La entrega de la cruz la harán los jóvenes de Sídney, la ciudad de Australia que acogió la JMJ en julio del pasado año, y será recibida por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, que acompañará a unos 5, 000 madrileños desplazados desde la capital española.
El encargado de hacer la entrega de la cruz a España será el cardenal arzobispo de Sídney, George Pell, quien ha viajado con una delegación de muchachos australianos.
El Papa recibirá el lunes a los jóvenes venidos desde España en una audiencia especial en el Aula Pablo VI de El Vaticano.
La cruz de la Jornada Mundial de la Juventud llegará a Madrid el próximo Viernes Santo y será trasladada en procesión por varias calles céntricas hasta llegar a la catedral madrileña de La Almudena.
La cruz será incorporada a la procesión del Cristo de Medinaceli y posteriormente recorrerá España y algunos países como Portugal y Polonia hasta regresar de nuevo a Madrid en agosto de 2011 para la Jornada Mundial.