En Panamá se consumen cada año más de 500 millones de galones de combustible, en este renglón el sector transporte consume el 60 por ciento de dicho rubro. Las importaciones de petróleo han oscilado desde el año 2001 entre B.484 millones y B.700 millones por año.
El precio internacional del barril de petróleo en el último mes registró su mayor precio de los posteriores 13 años, y con la decisión de los países miembros de la OPEP de reducir en un millón de barriles diarios la producción del crudo, se prevén nuevos incrementos.
En la actualidad el precio internacional se ubica en 34.99 el barril. La OPEP había previsto en una anterior reunión que éstos se ubicarían entre 22 a 28 dólares el barril, pero los pronósticos fallaron y esto mantiene en jaque a las economías.
Frente al incremento de los precios del combustible, la dirigencia de la Cámara Nacional del Transporte (CANATRA) amenaza con una huelga, de no adoptarse medidas para frenar los aumentos.
El presidente de la Comisión Provincial de Transporte, Iturbides Quintero, manifestó que en efecto, no es el mejor momento para llamar a un paro, "pero se va a llamar porque los compañeros no aguantan más".
Manifestó que en materia de impuestos los transportistas pagan cerca de B.30 millones y representan el 60% del consumo de combustible.
Un palanca debe sacar B.100 a B.200 de combustible, más los gastos, producto de la cuenta que debe pagar al dueño del vehículo y sacar "algo" para la casa.
Quintero añadió que el transportista selectivo gasta de B.20 a B.25 diario en combustible, y con ello deben asumir las mismas responsabilidades que el conductor de autobús.
El transportista rechazó el mote de "mimados" de los gobiernos de turno, alegando que por brindar un servicio público al gobierno, es que deben pedir respuestas a sus problemas. "Nosotros somos hijos del pueblo, esto no es un problema del sector transporte sino de todos en general", aseveró.Financieras hablan
Mientras, la presidenta de la Asociación de Financieras, Marta Lasso, sostiene que los transportistas han sido víctimas de la emisión indiscriminada de cupos.
Señaló que el transporte colectivo y selectivo adeuda cerca de B.300 millones, a pesar que desde hace tres años no se les están concediendo préstamos, porque no es un negocio rentable. "La expectativa de pérdidas de cualquiera que entra al negocio del transporte es de 80 por ciento".
Lasso, dijo que los transportistas no son malas pagas, al contrario son víctimas de las circunstancias por la saturación de cupos que le limita la capacidad de cumplimiento con sus acreedores.
Explicó que cuando una financiera les aprueba un préstamo se basa en un estudio de factibilidad. Por ejemplo: si la ruta tiene una ocupación de 100 vehículos y 80 operan dando seis vueltas diarias. Así el negocio puede funcionar, pero si de pronto se entregan 50 cupos en su ruta, su capacidad de pago se restringe... Si te quitan la base de tu negocio duplicando la cantidad de buses se te hace imposible pagar, y por eso no cumples con la financiera y la banca", reiteró Lasso.
Adujo que en la actualidad ni para la banca privada o estatal resulta rentable conceder préstamos en el sector transporte, porque de hacerlo deteriora su calidad de cartera por hacer préstamos que no son rentables.