"Después de la tormenta, viene la calma" dice un refrán y eso es precisamente lo que ocurrió con los moradores del sector de Las 500, en el distrito de San Miguelito, quienes desde hace años exigen al Ministerio de Obras Públicas (MOP) la construcción de un puente peatonal.
Una protesta escenificada el pasado viernes, donde hubo golpes, insultos y hasta arrestos de dirigentes y padres de familia, acabó con la paciencia de la comunidad que reafirmó la necesidad de la obra, ya que con el inicio de las clases, cientos de estudiantes de la escuela Severino Hernández tienen que cruzar la peligrosa vía José Domingo Díaz.
Ayer en un ambiente de aparente calman los afectados recibieron explicaciones por parte de la institución ministerial sobre el avance del paso.
El Ing. Federico Becker, jefe de Mantenimiento de Obras Públicas, dijo a los residentes, padres de familia y educadores del centro primario, que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) mediante resolución adjudicó la edificación del puente peatonal a la empresa Corporación de Negocios y Transferencia, por la suma de doscientos sesenta y tres mil ochocientos diecisiete balboas con ochenta y un centésimos.
Agregó que después de la aprobación de la resolución, la misma pasa por otros procesos que llevan entre dos o tres meses, y que definitivamente el puente no puede estar antes del mes de diciembre como desea la comunidad.
El funcionario también se comprometió a mantener comunicación permanente con el sector para informar de cómo va la obra.
Por su parte, la Prof. Edna Gallegos de Roldán, directora de la escuela primaria, quien también participó en el diálogo con las autoridades del MOP, manifestó que estarán pendientes y mantendrán comunicación directa para conocer el adelanto del puente.
Planteó que si el Ministerio de Obras Públicas hubiera planificado una reunión informativa con antelación con la propia comunidad, se hubiera podido evitar la violencia que se originó la semana pasada.
Consideró que tanto los residentes de los corregimientos de Mateo Iturralde y Victoriano Lorenzo, ha comprendido la situación, lo cual interpretó como un "tiempo de espera", sin embargo los pobladores estarán vigilantes.