Cuando entras por primera vez al mercado laboral, debes tener en cuenta que el sistema de vida cambia por completo, en cuanto a responsabilidades, tiempo y madurez.
Al trabajo uno no tiene la opción de decidir si tiene ganas o no de ir, debe ir todos los días y responder de acuerdo a las expectativas que la empresa tiene de ti; además los horarios son extensos y las vacaciones sólo duran tres semanas, ya no meses.
Todos esos cambios requieren madurez, responsabilidad y compromiso con la decisión que has tomado.
Hay que considerar que tu desempeño será evaluado y de acuerdo a eso podrás optar a mejores cargos y mayores desafíos a lo interno de la empresa.
Hay que llegar con una actitud humilde y muy receptiva, porque lo único que tienes son muchos conocimientos, pero no sabes cómo funcionan por dentro las empresas, quien cree que se las sabe todas y no está dispuesto a oír consejos ni recomendaciones, tendrá un comienzo mucho más difícil.
También es recomendable estar muy atento porque durante los primeros meses recibirás mucha información y lo ideal es que no te la tengan que repetir permanentemente.
Además, debes estar dispuesto a hacer de todo porque recuerda que estás partiendo, no puedes tener una actitud de jefe o gerente cuando recién estás comenzando esta etapa.
Recuerda, las oportunidades de trabajo no son como antes, así que aprovecha.