martes 8 de abril de 2008

 

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UNA ETAPA DE LA VIDA QUE DEBE SER PLENA
Dueño de tu personalidad

Kenibeth Ríos P. | Vida Nueva, Crítica en Línea

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La vejez puede significar la máxima realización de sus potencialidades y la culminación del desarrollo de la personalidad.

El hecho de entrar en la tercera edad no es sinónimo de aburrimiento, pereza o síntomas parecidos. Por el contrario, debe ser una etapa en la que las complicaciones y negatividad estén en último plano.

Hacemos alusión a esto, ya que por error siempre se tiene pensado que la "vejez" es una etapa de aburrimiento o deterioro.

Y es que las características de la tercera edad o vejez dependen de la personalidad de cada uno, de las condiciones del ambiente y del modo de vida que se lleve, más que de la edad que se tiene.

MARCADA DIFERENCIA
Todo no puede ser perfecto. Existen personas que en esta edad padecen de ciertas enfermedades, causante de los cambios en el estado de ánimo, y sobre todo en la personalidad.

Debemos distinguir primero entre vejez sana, normal, y vejez enferma y achacosa. Existe una clara diferencia entre la vejez sana, en la que se mantiene la integridad física y el rendimiento psicológico más tiempo, y la enferma, en la que se manifiesta más pronto la declinación y el deterioro. Está demostrado que en la vejez sana se conserva y se puede mantener hasta edad avanzada la eficiencia psicológica, mientras que en la enfermiza, carente de salud, se presentan con más aceleración e intensidad los síntomas de los procesos degenerativos y de decadencia.

Hay que tener bien claro, que los cambios físicos están menos relacionados con la edad y más vinculados con las actividades y con los factores sociales y las relaciones interpersonales, con el modo y estilo de vida de la persona.

El hombre o la mujer de la tercera edad puede asumir un punto de vista positivo y reconocer que en compensación con esas pérdidas materiales que sufre con la edad, hay a su edad, otros bienes y valores espirituales, culturales, que no se aminoran con el tiempo, sino que se enriquecen.

CAMBIOS DE LOS ADULTOS
Los síntomas atribuidos a la vejez son la consecuencia de un estilo de vida inactivo, pasivo, desanimado, solitario y no necesariamente el resultado de la edad.

Lo que es más impresionante, tales cambios pueden ser invertidos, si el hombre o mujer asume una vida activa, dinámica, animosa, impulsada por motivos que le den sentido a su existencia, si realiza actividades interesantes y mantiene un nivel de participación social animosa.

Veamos ahora los cambios psicológicos, los cambios en el cerebro y en la vida intelectual que se producen en la tercera edad. La mayoría mantiene su cerebro en un estado funcional aceptable y conserva el nivel intelectual de su edad adulta. Su vida intelectual se caracteriza porque ha llegado a la madurez espiritual y ha podido cosechar, a través de los años, un cúmulo de experiencias.

 

    TITULARES

Una vida diferente

Hierbas para vencer el envejecimiento

Planeando un paseo al museo

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El ayer de San Felipe



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