La tagua es una semilla suramericana que se distribuye por Panamá, Colombia y Ecuador principalmente, se conoce también como marfil vegetal y cabeza de negro. La durabilidad de la tagua y su semejanza con el marfil animal ha sido bien valorada durante muchos años.
La tagua ha sido utilizada en la manufactura de los botones desde la segunda mitad del siglo XIX, es decir 1850, luego fue desplazada por los plásticos en los años 30 y de nuevo regresamos a nuestros orígenes con las artesanías en tagua.
Es exquisita ante el ojo por sus variadas formas y colores, permitiendo utilizar al cliente su imaginación para hacer de ella lo que quiera, incluyendo finos accesorios de bisutería como collares, anillos y aretes, (también producidos por nosotros).
La duración de las semillas dependerá del uso que le dé el dueño y la mejor manera de mantenerlas es dando los mismos cuidados que a los objetos de madera.
No es recomendable sumergirla en agua, puesto que al ser un material orgánico tendera a dilatarse, descomponerse y a cambiar su estructura, si se moja ocasionalmente simplemente se deberá secar con un paño seco y después encerar y brillar.
El sudor o los perfumes no deben alterar su estado.