Perpleja quedó una moradora de San Cristóbal, en el corregimiento de Río Abajo, tras llegar a su vivienda y percatarse de que había sido víctima de un robo.
La afectada, quien regresaba del supermercado en un taxi, habló con el ladrón, quien le dijo "vecina" y le pidió disculpas por atravesar su propiedad, porque estaba realizando trabajos en un poste.
La atribulada moradora, quien desde un principio dijo haber sentido un pálpito que le decía que el hombre era un delincuente, no se atrevió a gritar solicitando ayuda.
Cuando entró a la vivienda se percató que una ventana había sido violentada, las verjas forzadas y los vidrios estaban tirados a un lado de la cama.
El ladrón fue descrito como un hombre de edad madura, de cara alargada que vestía un suéter celeste con rayas chocolates.
El maleante se llevó joyas y dinero de la afectada.