La redención de Israel, obrada por Dios al sacarlo de Egipto, provee un ejemplo de cómo Dios redime a cada pecador por medio del Señor Jesucristo. Un elemento clave en la redención de Israel fue la sangre, y ésta es también la base para la redención de toda la raza humana.
El capítulo 12 del libro de �xodo relata que cada familia israelita debía poner la sangre de un cordero en el dintel y en los postes de la puerta de la casa. Sin el derramamiento y la aplicación de la sangre toda familia israelita habría perdido el primogénito de sus hijos y de sus animales. Sin el derramamiento y la aplicación de la sangre de un cordero no había protección.
Este derramamiento de sangre tipifica el derramamiento de la sangre de Cristo por el perdón del pecado. Hebreos 9:22 dice: "Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión [perdón]." La sangre que Cristo derramó provee salvación de la condenación para todos los que confían en El como Salvador. Juan 5:24 registra las palabras de Cristo con respecto a este asunto: "De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida." La salvación de la condenación es posible solamente debido a que Cristo derramó Su sangre "Siendo aun pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8).
�Qué paralelo tan significativo podemos ver entre la vida del creyente y la nación de Israel! El único medio de salvación de la condenación para los israelitas era el derramamiento y la aplicación de la sangre. Romanos 8:1 afirma: "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús." 1� Juan 5:12 promete: "El que tiene al Hijo, tiene la vida." |