Fue sorprendente. Las mujeres, que eran la mayoría en el mar de gente que lleno el Anayansi, cantaban a rabiar, con los ojos cerrados y con las manos en el pecho. Sí, eso fue el concierto de la chilena Miriam Hernández que con unas libras de más volvió a Panamá a cantar algo de su nuevo material, pero al final tuvo que cantar los temas que la hicieron famosa y con los que creció toda una generación de panameñas que encontraron en las letras de sus temas un consejo para enfrentar el amor o el desamor.
Bueno, decir que fue excelente está demás, pues cada una de sus citas en el Anayansi deja un buen sabor, pero no es para menos ante la extraordinaria acogida que le da el público que no deja de vocalizar ni un trocito de sus temas -de los viejos-, a eso se le suma los gritos, chillidos, aplausos y ovaciones que se disparaban cada vez que la hermosa chilena hacia despliegue del poder de su voz.
"Huele a peligro", "Mío", "La fuerza del amor", "Amor amargo", "El hombre que yo amo" y "Dónde está mi primavera, de el Buki, fueron los que más emoción arrancaron entre las muchachas, algunas ya maduras.
Pero al César lo que es del César y hay decir que Miriam nació para la balada, pues intentó interpretar algo de "Tecno pop" y se quedó corta en movimientos, dejando al descubierto que lo suyo es otra cosa.
OTROS DETALLES
El concierto inició con la niña Alisson Staff, de eso hablamos más adelante, a las 8:40 de la noche.
Miriam arrancó a las 9:00 de la noche y cerró rondando las 10:45 p.m.
Interpretó un tema especial que le compuso la desaparecida cantautora colombiana Soraya, "Huellas".
El Alcalde de San Miguelito Héctor Carrasquilla entregó un ramo de rosas a la cantante.