Un llamado de atención pudo ser el detonante para que un grupo de sujetos, entre los que presuntamente había menores de edad, acribillaran a un hombre con más de 30 disparos.
El hecho de sangre ocurrió en horas de la madrugada de ayer, lunes, en la Calle Santa Cruz, en el barrio Las 500, en el distrito de San Miguelito.
Ismael Alfonso Araúz Cabal, de 42 años, recibió múltiples impactos en diferentes partes del cuerpo: la cabeza, las piernas y los brazos.
Araúz Cabal, quien residía en el mismo sector, se dedicaba a limpiar y a cuidar automóviles.
El hoy occiso, quien había cumplido pena en la cárcel La Joya por delitos relacionados con drogas, terminó de cumplir la sentencia en el 2005.
Desde entonces se dedicaba a ganarse la vida haciendo trabajos informales.
RENCORES
Allegados a la víctima explicaron que Ismael había tenido algunas diferencias con un grupo de sujetos del lugar, a quienes les llamó la atención en días anteriores.
A raíz de ese incidente, esas personas prácticamente declararon la guerra al hoy occiso y hasta lo habían habían amenazado de muerte.
Ayer, lunes, en la madrugada, Ismael abandonó su vivienda con rumbo desconocido, y al parecer se encontró en el camino con sus enemigos, los que no dudaron en descargar su furia contra él, infringiéndole gran cantidad de disparos en diferentes partes del cuerpo.
En la escena del crimen fueron encontrados 14 casquillos. El cuerpo presentaba 30 orificios.
Los asesinos se dieron a la fuga, pero las autoridades ya tienen identificados a varios de los sospechosos.
Los familiares de la víctima exigieron a las autoridades que hagan justicia.