A la angustia creada por la extensión de la gripe porcina en México se sumaron ayer minutos de pánico en la capital del país a causa de un sismo de 5,7 grados en la escala de Richter, que no provocó daños personales pero obligó a desalojar edificios.
A las 11.46, hora local, la capital mexicana sintió que la tierra temblaba y muchos confundieron la sensación de mareo que provocan los sismos con los primeros síntomas de la gripe porcina, probable causa de la muerte de 149 personas en el país.
En sus casas, donde están recluidos millones de niños a raíz de la suspensión de las clases, los capitalinos sintieron durante unos 30 segundos el fuerte temblor. Una mujer murió de un ataque cardiaco por el sismo.