Con la mirada perdida en el mar, la señora Maritza de Carrasquilla se pregunta a dónde habrá ido a parar el cuerpo de su sobrino Hilario Hodgson.
Hilario, un joven trabajador de 22 años, desapareció después que se lanzó a la Bahía de Panamá en la Calzada de Amador, a las 6:00 de la tarde del domingo.
Esa tarde estaba de paseo junto a su hermano Kevin y la novia de éste, por el Coastway, cuando vieron una pelota de fútbol en el mar, que parecía seguirlos a medida que avanzaban.
Tanto fue el interés que generó el balón en los tres jóvenes, que Hilario se tiró al agua para coger la pelota.
Al inicio todo fue diversión, incluyendo simulaciones que algo pasaba, pero minutos después algo sí estaba pasando: el joven se estaba ahogando, y pidió auxilio a su hermano.
Kevin intentó ayudar a su hermano, pero el poder del mar fue más fuerte que el de sus brazos y se lo arrancó.
Curiosamente, el balón que flotaba en el agua y que parecía acompañarlos en el caminar, desapareció.
Personal de rescate del SINAPROC y de la Policía Nacional iniciaron la búsqueda la misma tarde del domingo y todo el día de ayer, lunes, sin respuestas.
La búsqueda se extendió hasta las proximidades de las islas Taboga y Taboguilla.
LA VICTIMA
Hilario era muy apreciado por sus compañeros de trabajo y amigos, y hasta su jefe en 'Representaciones Silgado', se hizo presente durante toda la jornada para mostrar su preocupación.
El desaparecido residía en Don Bosco, Juan Díaz, con su padre. Era graduado en Electrónica y actualmente estaba inscrito en uno de los cursos de chapistería en el INADHE, pues aspiraba trabajar en la ampliación del Canal.
Al final de la jornada de búsqueda ayer, doña Maritza albergaba la esperanza de que ocurra un milagro y el inmenso mar le devuelva el cuerpo de su sobrino, porque para ella no hay nada peor que vivir con la incertidumbre de preguntarse dónde estará.