Las balas. a pesar que son disparadas en la mayoría de los casos contra blancos identificados por los agresores, no llevan nombre.
Terminan en la anatomía de personas inocentes que muchas de las veces no tienen nada que ver con el hecho delictivo.
Una prueba de ello fue la herida que recibió Jorge Gadoy De León, de 25 años, en el testículo izquierdo en horas de la noche del domingo, en Concepción, Juan Díaz.
El reloj marcaba pasadas las 9:00 de la noche del domingo, cuando varios sujetos desconocidos realizaron detonaciones cerca de la abarrotería 'Las Tres Hermanas', alcanzando a Godoy, quien se encontraba en el lugar.