Saúl Méndez cambió su estilo combativo por unas horas, y la tarde del martes llegó impecable de saco y corbata a la audiencia, en la que fue absuelto por los cargos de atentar contra la seguridad colectiva.
Genaro López, su compañero de fórmula en tantas luchas reivindicativas, comentó: "Hubiera sabido que había que vestirse así, también me pongo uno", dijo Genaro al ver a su "carnal" sentado ante la jueza, Ileana Turner, quien presidía la audiencia.
La audiencia abreviada duró unas nueve horas, y en todo el trayecto de la misma a Méndez se le observó tranquilo, con la única falla de pararse del "recinto de la justicia" para ir al baño sin solicitar el debido permiso a la jueza Turner.
"�Para dónde va señor Méndez?", preguntó la jueza, lo que llevó a Méndez a pedir disculpas y retornar a su puesto.
Después de cerca de cinco horas de lectura de las pruebas sumariales, alegatos de la defensa y de la representante del Ministerio Público, Ruth Morcillo, la jueza pidió un receso de media hora para dar una decisión final (7:38 p.m.), pero que se extendió hasta pasadas las 11:00 de la noche (unos tres minutos después de terminar el juego entre Los Santos y Veraguas).
Al conocerse el veredicto, Méndez -ya sin saco, pero con corbata puesta- salió del Juzgado y al dirigirse a unos 50 activistas del sector construcción, resaltó que "se había comprobado su inocencia y se había tirado a tierra todas las patrañas que en su contra se habían armado".
Méndez insistió en que no había pruebas que lo vincularan a este caso, ya que los que lo acusaban, Frederic Mayrie Barcasnegras y el Dj. Mckoy, nunca llegaron a la audiencia para ratificarse en sus denuncias.