La policía austríaca descartó que Josef Fritzl hubiera abusado sexualmente de los seis hijos nacidos de la relación incestuosa a la que obligó durante 24 años a su hija Elisabeth, a quien mantuvo encerrada en un sótano de su propia vivienda.
"En el caso de Kerstin (la mayor de los hijos) lo podemos descartar con toda seguridad, y asumimos que lo mismo vale para los otros hijos", según dijo el jefe de la investigación policial, Franz Polzer en una multitudinaria rueda de prensa en la localidad de Zeillern, cerca de Amstetten.
Polzer dijo que este delito tiene "claramente un motivo sexual" y que "los resultados de la investigación demuestran con claridad que el acusado actuó solo. No hay indicios ni técnicos ni biológicos de que exista un encubridor, aunque no se puede descartar nada".
INVESTIGACION
Las pesquisas se prolongarán durante meses, ya que la Policía tiene intención de interrogar a un centenar de personas que pasaron por la casa de los Fritzl en los últimos 25 años.
Polzer explicó que la policía recibió la semana pasada una "información anónima" que anticipó que Fritzl, técnico electricista de 73 años, y su hija Elisabeth, de 42, iban a acudir el pasado sábado al hospital de Amstetten, para visitar a Kerstin, la hija mayor, internada en estado grave.
En cuanto a los detalles de la investigación sobre lo sucedido en la esta nueva "casa de los horrores", Polzer comentó que se ha descubierto que la puerta de acceso al zulo subterráneo (dividido en cinco habitaciones) había sido reforzada con hormigón para aumentar su peso hasta unos 300 kilos.
A través de esa puerta, de un metro de alto por unos 60 centímetros de ancho, el acusado pudo introducir electrodomésticos como una lavadora, una cocina, un refrigerador y un congelador.
"Así era posible sobrevivir allí", dijo el jefe de la policía de Baja Austria.
CASO: 17 A�OS
Se ha relacionado la supuesta relación de Fritzl con un asesinato nunca esclarecido de una joven de 17 años, ocurrido en 1986 en la cercana localidad de Mondsee.