Los trabajadores recuerdan hoy la gesta del 1 de mayo de 1886, desarrollada en reclamo a la jornada laboral de 8 horas. El centro de una masiva huelga fue la fábrica de maquinaria agrícola Cirus MacCormick, donde la Policía intervino y seis trabajadores murieron. En los días subsiguientes, los enfrentamientos continuaron y el número de víctimas se incrementó.
Esa histórica jornada fue la que dio paso al Día del Trabajo, que hoy se conmemora en la mayoría de los países incluyendo a Panamá.
En Panamá hay una población económicamente activa de un millón 448, 532 personas y aunque el desempleo ha disminuido para ubicarse en 6.4%, hay un grupo considerable de panameños que logran sustento en el desfavorable sector informal.
Para los desempleados a veces resulta un gran trabajo conseguir trabajo. A los jóvenes no se les contrata, porque casi siempre media la exigencia de contar con experiencia. A los más viejos -aquellos de 35 años para adelante- tampoco se les quiere, porque ya cuentan con una edad muy avanzada para ingresar al sector productivo.
Al mismo tiempo, los obreros que hoy cuentan que un empleo no logran los ingresos necesarios para cubrir sus necesidades. El alza constante de los precios de la canasta básica de alimentos, de los servicios públicos y del combustible aprieta cada quincena la economía de los hogares. Los aumentos salariales se quedan cortos con el aumento del costo de la vida.
En esa línea se centra ahora la preocupación de los trabajadores panameños y por ende su dirigencia debe conducir sus acciones en pro de lograr medidas concretas para forzar que no se produzcan esos constantes incrementos de precios en los alimentos o en todo caso, que se apliquen paliativos para disminuir ese impacto en la economía de los hogares panameños.