El negocio del transporte ha dejado de ser algo viable para los que por años se han dedicado a esta alternativa empresarial, el cual en los años 80' vivió su época de oro.
Los buseros se quejan que los costos operativos no le hacen rentable la actividad, pero sus reclamos se estrellan contra la mala imagen de un gremio que recibió préstamos por B/. 25.7 millones del gobierno arnulfista y le han metido un tremendo plomo al Banco Nacional.
Hasta fines del 2006, el Banco Nacional sólo había recuperado B/. 8.8 millones de los 586 préstamos otorgados. El 73% de los transportistas estaban morosos y lo que peor ya muchos de los autobuses -sobre todo los llamados moldes de pan- estaban convertidos en chatarra.
Descartado por las autoridades del gobierno el aumento de la tarifa de 5 y 10 centavos en la rutas urbanas y semi urbanas del país, a los transportistas no les queda otra opción que rogar por un subsidio acorde al que ellos esperan.
Aún se desconoce "la toalla" que el Estado le tirará al sector transporte. La misma se debe dar a conocer este miércoles, cuando se vuelvan a reunir ambas partes para llegar a un acuerdo.
El gobierno habla de un subsidio de 25 centavos por galón de combustible, pero el sector transporte quiere que sea por lo menos de 40 centavos y no sólo eso, que también se aplique al sector del interior el cual no está contemplado en la propuesta estatal.
"No aguantamos la carga. Las piezas están por las nubes", alega Luis Rodríguez, presidente de CANATRA.
EXPERIENCIA TRANSPORTISTA
Ovidio Bonilla, es un transportista con más de 25 años de experiencia en este negocio. Ha sido palanca y desde hace más de 20 años, es propietario de un "Diablo Rojo".
Bonilla es uno de esos que recuerda la "época de oro" del transporte.
Diesel mucho más barato, menos tranques en las calles, pocos robos en las unidades y pasajeros que cada mañana madrugaban para transportarse a sus puestos de trabajo forman parte de estos recuerdos.
Los "platos rotos" de la difícil situación no lo pagan nada más los "palancas". Según Bonilla, las cuentas que reciben los propietarios por día de trabajo también ha bajado de entre 80 a 100 balboas por día, ahora reciben B/.50.
Eso no es todo, Bonilla sostiene que hace unos 8 años un bus consumía en siete vueltas un máximo de 35 dólares a razón de 5 por cada recorrido (ida y vuelta), pero ahora en esa misma cantidad de recorridos se lleva en 70 y 80 dólares en combustible.
En ese entonces, el "palanca" entrega la cuenta completa y se llevaba para su casa entre 50 y 70 dólares por día. Incluso, había días en que sus honorarios subían por más de cien dólares. �Ahora, recuerdos nada más!
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Las llantas, filtros y el galón de aceite que usan los buses también han experimentado un ajuste considerable en sus precios en los últimos 10 años.
Dionel Broce, dirigente de la ruta de Pedregal, destaca que cada una de las llantas tiene un costo aproximado de B/. 280 cada una. Cada bus utiliza 6 y una de repuesto. Esto daría un total de B/.1,680 solamente en las seis llantas que necesita una unidad para rodar. Estas tienen un período aproximado entre 6 y 8 meses.
Otra opción, es que se compren llantas reconstruidas las cuales están en B/.190 que duran poco más de tres meses.
Broce resaltó que otro producto que ha aumentado es el aceite. Antes el tanque de aceite costaba B/. 26 y ahora se consigue en B/. 42.
"Todo ha subido de precio, pero a nosotros no se nos quiere dar un alza en la tarifa, la cual en el 2003 solamente fue unificada a 25 centavos, mientras que hubo rutas que perdieron con esta sola tarifa", precisó Broce.
12 DOLARES PARA EL "PALANCA"
Rafael Martínez es una conductor con varios años de experiencia. Su relato es significativo. Trabaja 1 día y otro libre, por ello hay semanas en que labora cuatro días y otras tres.
Su jornada inicia a las 3:00 de la madrugada cuando se levanta y se arregla para llegar a la terminal donde labora en las afueras de la capital.
Llega a eso de las 4:15 a.m. a la piquera y ya hay unos tres choferes más por delante de él. Entre chistes y demás bromas, le toca el turno al primero a eso de las 4:50.
Su turno para recorrer la ruta empieza cerca de las 5:20 de la mañana. Es ahí donde formalmente empieza a laborar y enfrentar los tranques, "envainadas" de los pasajeros y demás extras.
Si todo sale bien, y el bus no se daña, a las 7:30 de la noche debe haber culminado su día de trabajo.
50 dólares de cuenta, 70 de diesel y 5 de lavado del bus. 125 dólares sagrados. Ahora viene lo que se lleva para la casa.
"Por lo regular quedan entre 12 y 25 dólares, pero hay días en que uno corre con suerte y te puedes llevar entre 30 y 45 dólares, pero eso son los pocos", resaltó Martínez.
La pregunta era necesaria: �Por qué si no es rentable sigue en esto? "No se consigue más nada. He metido más de 15 solicitudes y nada. Al menos aquí sale para los frijoles", sostuvo Martínez.
