Aunque parezca poco creíble, los jóvenes tienen ciertas prioridades en sus vidas, las que lo convierten en emprendedores.
Quizás tener un negocio propio, un buen empleo, una casa propia, casarse, tener hijos, o emprender un viaje largo es el sueño de la gran mayoría, pero hay que tener conciencia que para lograr eso se necesita mente, espíritu y actitud de profesionalismo porque lo que hay que lograr es mucho.
Y es que, para obtener un buen empleo hay que preparase, a nivel universitario y buscar la maestría.