Dos políticos europeos, Charles Pasqua de Francia y George Galloway del Reino Unido, han rechazado nuevas acusaciones de que recibieron grandes asignaciones de petróleo, potencialmente lucrativas, del gobierno de Saddam Hussein en Irak.
Las acusaciones aparecen en un informe de una comisión del Senado de Estados Unidos, que dice tener pruebas de que Pascua, ex ministro del Interior de Francia de 1993 a 1995, y a Galloway, parlamentario británico, les fue adjudicado el derecho de "revender" millones de barriles de crudo iraquí, bajo el programa de petróleo por alimentos de Naciones Unidas.
La comisión señala que las pruebas provienen del ministerio de Energía de Irak y de declaraciones de ex funcionarios del gobierno del ex presidente Hussein, ahora prisionero de las fuerzas de ocupación de EE. UU. en Irak.
Sin embargo, en el informe no se acusa a ninguno de los dos políticos europeos de haberse beneficiado personalmente de ventas de petróleo.
La ONU ha quedado en el centro del escándalo por ser la encargada de administrar la iniciativa petrolera.
CONTROVERSIA DIPLOMATICA
El escándalo surgió a principios de 2004, luego de que un diario iraquí publicara una lista de cerca de 270 personas -incluyendo funcionarios de la ONU, políticos y ejecutivos de compañías- que presuntamente obtuvieron ganancias de la venta ilícita de petróleo iraquí durante el programa "Petróleo por Alimentos".