FARC recluta niños y miles
trabajan en cocales según la iglesia
Bogotá
EFE
Un "gran porcentaje"
de los 2,7 millones de niños que trabajan en Colombia lo hacen en
zonas cocaleras, denunció ayer el director del Secretariado Nacional
de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal, Héctor Fabio Henao.
Mientras, el obispo de la sureña ciudad de Garzón, Leonardo
Ramírez Gómez, dijo que en la zona desmilitarizada hay un
"reclutamiento forzoso de menores" por parte de la guerrilla de
las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Estas denuncias fueron hechas durante la presentación de los resultados
de la investigación "¿Qué hay detrás del
maratón infantil?", trabajo que se realizó en las zonas
pobres de 21 ciudades y pueblos de Colombia. Entre los pueblos analizados
figuran San Vicente del Caguán, en la sureña zona de 42.000
kilómetros cuadrados que se ha desmilitarizado para permitir las
conversaciones de paz entre el Gobierno y las FARC; Cartagena del Chairá,
también en el sur, y otros municipios donde se cultiva hoja de coca.
Henao reveló que "más de 21.000 niños son víctimas
de abusos sexuales" en Colombia.
Según el estudio, cerca de 5,6 millones de niños colombianos
viven en la pobreza y 1,3 millones en la miseria, "situación
que posibilita los malos tratos y el abuso sexual", según Henao.
Añadió que en el país trabajan en condiciones inadecuadas
2,7 millones de menores y "miles de ellos en las zonas de cultivos
ilegales".
Muchos niños colombianos, agregó, "salen a la calle
a traer algo a casa" y "más de dos millones de menores
son maltratados, así como que la cuarta parte de las personas desplazadas
en el país, por la violencia, son niños". El pasado
año había en Colombia más de 308.000 personas desplazadas,
pertenecientes a 71.000 familias, que se vieron obligadas a abandonar sus
lugares de origen en las zonas de conflicto armado, de acuerdo con la Consultoría
para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (COHDES). Según
Henao, millones de niños colombianos "viven en zonas en las
que se registran situaciones de extrema violencia".
Ramírez denunció que en el área neutral las FARC
"dividen a las familias" al obligar "a que los hijos mayores,
que son menores de edad, ingresen en sus filas".
Según el prelado, en la zona de distensión los niños
son obligados a "ver un espectáculo de armas y de coerción",
y "no están funcionando los colegios normalmente".
También insistió en que "los niños de esa región
están siendo aleccionados para la guerra y el odio, ya que los menores
sienten dolor porque la guerrilla se lleva a los mayores".
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