EDITORIAL
Siembras de discordia y controversia
La pérdida de los
comicios presidenciales por los perredistas hace percibir que en los mandos
de cúspide de ese gremio partidario hay intenciones dirigidas a obstruir
las labores del próximo régimen arnulfista, y para ello generan
actos que titulan apariencia legal, pero con alguna falta de moralidad,
que de permanecer fructificarán en discordias y controversias políticas
y sociales, cuyas consecuencias pudiera conducirnos a un estadio de inquietud
y desasosiego, con secuelas dañinas para el desenvolvimiento del
camino democrático y soberanista que exige el reto de la reversión
canalera.
Voceros del gobierno entrante cuestionan la actitud de los dirigentes
de cúspide, que se afanan por incorporar a velocidad que contrasta
con la lentitud de sus pasos anteriores, a funcionarios en el régimen
de estabilidad de la Carrera Administrativa, con olvido de la ausencia del
reglamento que deberá desarrollar el servicio civil panameño.
De igual manera alertan sobre la extensión de contrataciones cuatrimestrales
de funcionarios temporales para comprometer los saldos presupuestarios y
evitar que la Unión Por Panamá pueda colocar sus partidarios
y apoyadores.
La actividad gubernativa de acelerar el nombramiento del Sub-administrador
del Canal panameño, desde ahora, colocando en el cargo a uno de los
dirigentes partido gobernante, son objeto de controversia pública,
generará, de consumarse con el aprobatorio legislativo de la Asamblea
actual, pleitos y demandas.
Pretender arrinconar el régimen venidero con medidas de formalidad
legal, conducirá a la acción masiva, de rechazo y movilización
de las huestes seguidoras de la nueva gobernante..
No pueden existir acciones ni planes que puedan conducir el país
hacia la ingobernabilidad a la futura administración ni que amenacen
la tranquilidad imperceptible que debe acompañar la sucesión
mandatoria.
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