El entrenador del Athletic Club de Bilbao, Joaquín Caparrós, reconoció ayer, en la final de la Copa del Rey, que el conjunto rojiblanco perdió ante el que considera "mejor equipo del mundo".
En una muy breve comparecencia ante los medios tras el partido, Caparrós, triste y abatido, no ha querido entrar a buscar muchas explicaciones a lo ocurrido en el terreno de juego ante el "talento" de los jugadores rivales y lo arrolladores que son cuando encuentran el juego del que han hecho gala durante la mayor parte de la temporada.