El bebé Alexander Hernández, de cinco meses, murió ayer calcinado por las llamas, que en 10 minutos consumieron un viejo caserón de madera en Villa Cecilia de Pedregal.
El infante, quien junto a otra niña de tres años, era cuidado por su joven tía de 13 años, dormía sobre su colchón. De repente se escuchó una explosión y toda la casa comenzó a arder.
Zenilda Hernández, de 22 años, madre de Alexander, quien labora en un almacén en Albrook, llegó al lugar deshecha por el dolor.