La explosión de un coche bomba mató el lunes al presidente del Consejo de Gobierno en Irak, lo que representa un duro golpe para las fuerzas de ocupación que combaten a insurgentes chiítas mientras realizan preparativos para el traspaso de soberanía.
El coche bomba cobró la vida de Izzedin Salim y de otras seis personas cuando una caravana del consejo esperaba para entrar en la "Zona Verde", el cuartel general de la coalición.
La explosión, que causó un cráter de un metro de diámetro en la carretera, hirió a varias personas y dañó a varios autos que hacían cola en un punto de control a la entrada del complejo de palacios del derrocado Saddam Hussein.
Este ataque impulsó a varios miembros del consejo a renovar su llamado para que Washington ceda el poder íntegro de la nación el 30 de junio.
Un "web" islámico publicó una nota de la organización iraquí Grupo de Resistencia �rabe Brigadas al-Rashib, diciendo que había realizado el atentado.