Martes 18 de mayo de 1999

 







 

 

FUNDACION REMAR
Una luz en el mundo de las "tinieblas"

Delsi Sánchez M.
Chiriquí.- EPASA

La Fundación Remar se instaló en la provincia de Chiriquí hace cinco meses y desde entonces cuenta con 38 personas que acuden a este centro con la idea de cambiar sus vidas, ya que están sumergidos en el oscuro mundo de las drogas.

Entre los objetivos de esta fundación está la de lograr la rehabilitación y aceptación de aquellas personas marginadas por la sociedad debido a que están inmersos en la drogadicción, alcoholismo, rebeldía juvenil e indigentes y que muchos de ellos han sido rechazados por sus familiares. Este centro los rescata de las calles para reacondicionar sus vidas y devolverlos a la sociedad de manera que sean útiles para la misma.

Dicha fundación cuenta con 18 centros en el ámbito nacional con una matrícula de aproximadamente 200 personas; en la provincia de Chiriquí hay 39 internos de los cuales 28 se encuentran en la primera fase, la cual consiste en la desintoxicación del cuerpo o la liberación de las toxinas del cuerpo humano.

La segunda fase es la de reinserción de estas personas a la sociedad, esto se logra cuando ya ha pasado el tiempo de prueba, se les asignan algunas responsabilidades para evaluar el progreso que ha tenido cada interno dentro del programa, a la vez que se explotan las habilidades que cada uno de los miembros tiene como lo son de ebanistería, chapistería, mecánica, serigrafía, entre otras; con esto recuperan sus conocimientos y los ponen al servicio de la comunidad.

Según Clinton Villarreal, secretario de esta fundación este programa está abierto a todos las personas que tengan problemas sociales, a quienes se les da la oportunidad de cambiar sus vidas, pero muchos sienten el llamado de consumir nuevamente estupefacientes saliendo de allí en busca de la droga, pero para ellos las puertas siguen abiertas hasta que se dan cuenta del error en que estaban.

Para Juan Borrero, subdirector de la Fundación Remar y encargado de la finca, ubicada en el distrito de Boquerón, en la cual se mantienen 28 internos, quienes hacen las labores de la casa, además de otras actividades agrícolas para la sostenibilidad de la fundación.

Los fondos los adquieren a través de donaciones y de la venta de banderines, calcomanías y desinfectantes, los cuales son vendidos diariamente por jóvenes, quienes se encuentran en la etapa de reinserción. A este centro convergen hombres y mujeres de distintas edades.

Borrero comenta que dentro de la fundación hay personas que no saben leer ni escribir por lo que tratará de enseñarles aunque sea lo básico para que se superen personalmente.

Edison Castillo uno de los miembros de esta fundación, quien llegó convertido en un verdadero drogadicto, siente que su vida ha cambiado desde que decidió tomar otra decisión dentro de la sociedad. Ahora es un hombre libre porque ha sentido la presencia de Dios y porque se ha solidarizado con la verdad que proclama las Santas Escrituras.

Otro de los internos es Ricauter Ramos, vivía en la ciudad capital, proviene de una familia adinerada y como hijo único recibió todo lo que sus padres quisieron darle. Desde muy joven empezó a consumir droga y alcohol, al punto que llegó a perder a su segunda esposa, a quien contagió del Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (SIDA), hoy dice estar sano y su única explicación es que la mano de Dios le ha curado porque médicamente no presenta rasgos de esta maligna enfermedad.

Ramos dijo que su vida dio un giro extremadamente peligroso, ya que llegó a perder a sus hijos más pequeños por consumir droga, perdió su trabajo, sus amigos y todo lo que poseía económicamente producto de una fuerte herencia que le dejó su madre; hoy puede hablar a quienes aún se encuentran bajo el yugo de la drogadicción y su mensaje lo centra en la Palabra de Dios "Cristo vive", ya que él no se siente digno por su condición de drogadicto, pero el Señor lo rescató de las tinieblas.

Indicó que esta obra no es para enriquecer a ningún pastor, solamente es para ayudar a quienes son despreciados por la sociedad, los huérfanos, enfermos y drogadictos.

Exhortamos a la conciencia de todos los ciudadanos a cooperar con esta fundación, ya que es una de las encargadas de velar y rescatar a quienes han caído en el bajo mundo de las drogas, ya que esta labor es gratuita y la realizan en varios países del mundo.

 

 

 




 

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