EDITORIAL
Protestas populares
Los hombres del campo se han lanzado a la calle. La luna de miel que habían mantenido durante gran parte del mandato de la presidenta Mireya Moscoso ha llegado a su fin. Es tal la desesperación de los productores, que hoy día no les importa regalar parte de sus cosechas que traen del interior a la capital. Desde hace semanas se plantea un diálogo, donde los protagonistas parecen que están sordos.
Ya se han dado tranques de la Interamericana. Ayer se piqueteo el Ministerio de Desarrollo Agropecuario y se reclama la renuncia de la jefa de esa cartera. Pero el problema parece tener mayor fondo y no se resuelve con el cambio de una ficha por otra. Lo fundamental es contar con programas que hagan que nuestros productores sean más eficientesy se preparen progresivamente para enfrentar la avalancha de productos que dentro de poco entrará a Panamá, a consecuencia de la zona de libre comercio que se proyecta para el año 2005.
No es regalando plata a gente que no sembró ni una yuca, como se resolverá el problema del agro. Hay que adoptar políticas serias, no soluciones pasajeras que sólo sirven para apagar el fuego del momento.
El gobierno debe entender que ya los diversos sectores se están colmando y exigen soluciones. A la manifestación de los productores hay que sumarle la protesta que se generó de manera espontánea contra el aumento en la tarifa de la electricidad. De la noche a la mañana, la gente recordó los pitos, pailas y pañuelos de la lucha contra la dictadura y motivados por jóvenes locutores expresaron su rechazo al incremento en los precios de la electricidad.
De igual forma, para mañana se convoca a una manifestación para exigir la derogatoria de la reforma tributaria, que está acabando con el poco auge comercial que hay en el país. Es claro que el país enfrenta actualmente el compromiso de proyectar una imagen bonita en ocasión del certamen Miss Universo, pero la verdad es que hay mucho desespero en la población y el hambre, así como el desempleo pueden más que el glamour.
PUNTO CRITICO |
|
|